Principios básicos de los Derechos Humanos

Los derechos humanos están conformados por diversos principios básicos que están inherentes en cada uno de estos derechos. Estos son la universalidad, la temporalidad, la progresividad, la irreversibilidad, la transnacionalidad, la integridad y la intrasferibilidad.

Los derechos humanos tienen universalidad. Esto es debido a que sin importar donde se encuentre el individuo los derechos le pertenecen por ser lo que es, un ser humano, y no se le podrán violentar en ningún tipo de forma.
Los derechos humanos pueden ser sometidos a limitaciones temporales en casos especiales. Mayormente, en situaciones donde se tenga un riesgo o una emergencia pública. Sin embargo estas suspensiones no pueden ser definitivas y solamente pueden imponerse durante el periodo que ocurra la eventualidad.
Igualmente, los derechos humanos tienen la facultad de aumentar dependiendo de la situación en la que se encuentren los seres humanos y el mundo. Su número no es definitivo y no cuentan con un máximo de derechos, por lo que la cantidad puede continuar incrementándose.
Aunque los derechos humanos pueden ser progresivos, no pueden ser revocables. Al ser definido como un derecho humano, este obtiene una irreversibilidad y no puede ser eliminado de estos.
Las nacionalidades no afectan a los derechos humanos, por lo que se podría decir que son transnacionales. Cada persona tiene los mismos derechos que los demás seres humanos, sin importar de que país proviene o en cual habita.  
Los derechos humanos, como un todo, forman una parte imprescindible de la sociedad actual. Un derecho, de manera individual, es un grano de sal en el mar, por lo que se tiene que considerar que estos derechos se integran mutuamente, o cuentan con integridad.  
Uno de los fundamentos más esenciales de los derechos humanos es su intrasferibilidad. Por lo que ningún individuo puede negarse o desistir de sus derechos sin importar las circunstancias.

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